Tecnociencia del espíritu

LA TECNOCIENCIA ESPIRITUAL

Es el saber luz que desde otros mundos, por fin se revela  a la humanidad que espera otra mecánica inteligente de luz para lograr su consciencia final.

Término que desde hoy se acuña y que el futuro conocerá, cuando al 2024 este saber habrá dado Luz a la nueva mente humana, lista para comprender   “las grandes enseñanzas del pasado, estas del presente y las poderosas del futuro” Expresión que usarán sólo quienes logren comprender la mecánica del pensamiento inteligente, en este inicial descubrimiento universal del hombre terrestre…..

La Tecnociencia  Espiritual se ubica por si sola sobre cuanto se creía verdad: y la  mente así tratada descubre cuánta farsa hay en el imperio, que manipula con sombras los poderes del pensar espiritual del género humano.

Para esto ha llegado este saber Luz. EL ANTIVIRUZ DE LUZ que existe antes que las tinieblas y la humanidad de este planeta.

LOS FILAMENTOS DEL PENSAR ESPIRITUAL

Los pensamientos primeros del ser humano surgen de la voluntad, el primer filamento de la vida, que impulsa al individuo a formar en uno siguiente, la comprensión, y ella busca el beneficio de su poder en el sucesivo filamento, la percepción, que es una reflexión dando Saber a la verdad y forma de cada acción del pensar. La vida se inicia recreando el pensamiento posterior, que se refleja de cuanto viene de la preexistencia en su próximo filamento, la clarividencia de la memoria, hasta lograr la final comprensión, que es cohesión o la idea que cristaliza la Luz de inmortalidad, el Espíritu en destellos del Dios, que se deposita en las células como el cristal nuclear o el cuerpo servidluz.

Este cuerpo de filamentos del pensar espiritual, es el que logrará la humanidad, para el momento que la Bestia 666 le quiera devorar, y fue Jesús quien nos mostró tal poderío en su Transfiguración; es el poder luminoso de los justos que brillarán como se escribió: “Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte, solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos” (Mar. 9:2,3). Y esto no lo lograrán quienes estén sometidos a sus propios defectos…

Los filamentos espirituales, son la comunicación del Dios-Hombre con el DIOS ALTÍSIMO, ya cuando las células se cristalizan en Luz. Por ello, el libre albedrío no es colectivo, es el poder individual espiritual de los filamentos hechos conciencia en cada ser que encarna, buscando en el paso a paso de su vida, el mayor Saber en el cuerpo servidluz. En cada encarnación que se eleva a la Luz, el pensamiento se purifica, porque la perfección del pensamiento es la transparencia del cristal y del poderío del Manantial individual de Luz. El Manantial de Luz individual –el poder albedrío- es la unificación de los 72 mil billones de células humanas, convertidas en Pensamiento Perfecto. El Ser que manifiesta el libre albedrío, tiene conciencia de sí mismo, conoce sus internos procesos de la Luz y no permite que otros obren por él: “Es el nuevo hombre que lleva en sus ojos y sonrisa, la inconfundible muestra de su triunfo interior, es el buscador iluminado por sus filamentos que comprendió, que nadie habrá de renunciar a su progreso por causa de otro. Él conoce que todos constituyen la montaña y el bosque, sin dejar de ser árbol, planta, flor o fruto; pero independientes”.

Los filamentos espirituales, son las formas plasmáticas de conciencia del individuo, que piensan entre sí, abriendo el camino hacia el infinito; porque los filamentos tienen pensamiento: piensa la voluntad, ¿qué va hacer con su acción?; piensa la comprensión, ¿cómo crece para bien?; piensa la percepción, sintiendo el infinito del pensar; piensa la clarividencia de la memoria, ¿qué y cuánto puede contener?; piensa la cohesión y se enamora de la idea creada de la Luz e inmortalidad. Este pensar así, es el destello de Dios que se sitúa en las células, forman el cristal nuclear o el cuerpo servidluz, adquiriendo sabiduría de todo cuanto aprende. Por esto, materia y espíritu son oponentes; materia es el cuerpo del pensamiento imperfecto,  y espíritu es la fuerza de la mente Luz: “Porque el mismo Señor, cuando cierta persona le preguntó cuándo vendría su reino, contestó: Cuando los dos sean uno, y el de fuera como el de dentro... Ahora bien, los dos son uno cuando decimos la verdad entre nosotros, y en dos cuerpos habrá sólo un alma, sin disimulo. Y al decir lo exterior como lo interior quiere decir esto: lo interior quiere decir el alma, y lo exterior significa el cuerpo. Por tanto, de la misma manera que aparece el cuerpo, que se manifieste el alma en sus buenas obras… Si hacéis estas cosas, dice Él, vendrá el reino de mi Padre” (Apócrifo, Apoc. de Pablo XII).

Antes de ser juzgados por el Manantial de Luz, es obligante conocer la Ley del Espíritu y los usos de la materia del pensamiento oscuro. Insistentemente la filosofía ha llamado a Satanás “hijo de la luz”, pero nunca lo ha sido, ni lo será. El Manantial de Luz descubre que su poder estriba en la materia y el mundo y por esto se advirtió: “La Luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella”, el día y momento que Satanás manosee la Luz, se destruye en ella. Así comprendemos, por qué los falsos han intentado darle a Satanás valor de Luz, para quitarle al hombre su propia Luz. Por esto, el Manantial de Luz posee su propia voz que advierte; “no olvidéis lo importante para vosotros: EL CONOCIMIENTO DE LA LEY. Este requisito es indispensable para lograr alcanzar la entrada al Templo de la Sabiduría y traspasar luego el umbral de La Lógica, dejando atrás las viejas concepciones de lo que parecía ser la Verdad. Porque no hay cosa más preciada que brille con luz propia y codiciable a los ojos del iniciado, que la Verdad”.