Dieter Broers
sostiene que las tormentas solares del 2012 y del 2013 pueden impulsarnos hacia
el descubrimiento del verdadero potencial del cerebro humano.
Las tormentas
solares del 2012 tienen un lado positivo, y de alguna manera, esperanzador. El
científico alemán Dieter Broers sostiene que las alteraciones en el campo
magnético de la Tierra, provocadas por las tormentas solares, alterarán nuestra
percepción del tiempo y de la realidad y, dependiendo de nuestra preparación,
producirán en nosotros experiencias de tipo místico, cambios de conciencia,
alucinaciones y quizás, poderes mentales.
Si bien las
teorías de Broers ya fueron explicadas brevemente en una entrada anterior, el
súbito incremento de la actividad solar en las últimas semanas, amerita un análisis
más detallado de los trabajos del científico alemán.
¿En qué basa
Dieter Broers sus teorías sobre las tormentas solares?
Algunos
experimentos realizados por Broers lo llevaron a descubrir que el estado de
conciencia de una persona puede ser alterado exponiendo el cerebro a campos
electromagnéticos de cierta intensidad. De acuerdo con sus investigaciones, un
campo magnético normal nos permite mantener un estado de conciencia normal y
una percepción del tiempo normal. Por otro lado, un campo magnético severamente
anormal o la ausencia del mismo, provoca estados mentales alterados y una
distorsión en nuestra percepción del tiempo.
Para Broers,
quien tiene treinta años investigando este campo de la ciencia, el efecto de
las perturbaciones geomagnéticas creadas por las tormentas solares es similar a
los efectos de las drogas alucinógenas. Cuando somos expuestos a este tipo de
campos magnéticos, nuestro cerebro produce una serie de sustancias que son las
que generan esas alucinaciones o distorsiones de la realidad y el tiempo.
“Los estados
mentados alterados son provocados por procesos neuroquímicos y por la
producción de sustancias psicoactivas o alucinógenas. Bajo ciertas condiciones,
el cerebro es capaz de producir lo que podríamos llamar sustancias ilegales.“
Las tormentas
solares de los próximos años podrían hacer que nuestros cerebros generen
sustancias capaces de producirnos fuertes alucinaciones. Estas alucinaciones
serán totalmente reales para la persona que las experimente y afectarán
nuestros sentidos de diferentes formas: el tiempo parecerá moverse más
lentamente, veremos presencias extrañas, escucharemos voces, percibiremos
fuerzas invisibles y sentiremos una poderosa unión con el universo que nos
rodea.
Dieter Broers
sostiene que las tormentas solares del 2012 y el 2013 provocarán no sólo
estados alterados desconcertantes sino estados extremadamente placenteros que
algunos podrían denominar de “iluminación”, como el que experimentaron Moisés,
Juana de Arco, y Pablo de Tarso.
No todos
sentiremos lo mismo, o reaccionaremos de la misma manera. Algunas personas
experimentarán paz y euforia mientras que otros pasarán por momentos de
agresividad y depresión. El factor determinante para tener una experiencia
negativa o positiva será el miedo. Mientras que una persona podría escapar
aterrorizada ante una presencia extraña, otra podría darse cuenta que esa
presencia es parte de su conciencia, y otra podría entablar un dialogo con la
misteriosa presencia sobre los orígenes de la vida. Por esto, Broers aconseja
que preparemos nuestras mentes meditando.
“Inclusive si
usted tiene dudas sobre que tipo de “iluminación” podría experimentar, debería,
no obstante, empezar a meditar tan pronto como pueda para que pueda
experimentar estos estados alterados de conciencia en un estado receptivo”
Si estamos
predispuestos no habrá miedo, y si nos encontramos en un estado receptivo
podremos aprovechar la experiencia. Dependerá de nosotros que esas
alucinaciones se conviertan en momentos de “iluminación espiritual”.
¿De qué sirven
todas estas alucinaciones? ¿qué tiene de positivo todo esto?
Según Broers,
muchos pacientes han sido tratados exitosamente usando los efectos de los
campos electromagnéticos en el cerebro. La terapia, también llamada “terapia de
mega-ondas”, consiste en administrar campos electromagnéticos, idénticos a los
que encontramos en la naturaleza, a través de dispositivos colocados en la
cabeza de los pacientes. Esta terapia ha tenido un altísimo porcentaje de
curaciones exitosas gracias al hecho de que por primera vez, los pacientes son
capaces de entender la causa de su problema.
La misma terapia
aplicada a pacientes sanos o sin problemas, ha provocado que estos pacientes
experimenten un estado de conciencia alterado que les permite ver la realidad y
las cosas de este mundo, en un contexto mucho más grande.
“Estos
descubrimientos también se puedn aplicar a la situación actual del mundo. Si
vemos la crisis global como el síntoma de una enfermedad y miramos
profundamente dentro de nosotros, seremos capaces de identificar la causa
actual de esta enfermedad. Mientras nuestros esfuerzos para salvarnos se
centren en los síntomas de nuestra condición, no encontraremos una cura
verdadera. Sólo podremos salvar el planeta si reconocemos, primero, la verdadera
causa de la enfermedad. Este tipo de reconocimiento puede ser obtenido a través
de la influencia de campos electromagnéticos. Si, por ejemplo, cada ser humano
en la Tierra fuera expuesto a estos campos electromagnéticos, una conciencia
colectiva nacería en los seres humanos.”
Esta exposición
colectiva de la humanidad a campos electromagnéticos de la que habla Broeck,
podría ser provocada por una fuerte tormenta solar en los próximos años. El
científico alemán cree que una serie de tormentas solares de alta magnitud no
sólo provocará experiencias místicas o alucinaciones y cambios de conciencia
sobre el daño que le hacemos al planeta, sino que también podría poner en
funcionamiento partes del cerebro que nunca hemos utilizado.
“Estoy convencido
que actualmente nos encontramos en el medio de un proceso que comprende la
restructuración de nuestras redes neuronales, y que el catalizador de este
proceso es la elevada actividad solar-geomagnética cuyas consecuencias son
temidas por tanta gente. Sin embargo, todos los hechos y descubrimientos,
apuntan a la innegable conclusión que la evolución nos permitirá, por primera
vez en la historia humana, usar el enorme potencial de nuestros cerebros.”
Para Broers, los
humanos usamos una ínfima parte de nuestro cerebro, él sostiene que es como si
usáramos el área de una partícula de polvo cuando disponemos de una mansión de
quinientos cuartos.
Unas cuantas
tormentas solares de elevada magnitud podrían ser suficientes para alterar
nuestra realidad. Las alucinaciones serían la primera señal de que estamos
usando nuevas áreas de nuestro cerebro. Lo que viene después es terreno
desconocido, ¿poderes mentales? ¿telepatía? ¿propiedades cuánticas?,
¿realidades paralelas? ¿otras dimensiones?…
Dieter Broers
sostiene que las alteraciones en el campo magnético de la Tierra producirán no
sólo un cambio de conciencia sino que nos ayudará a utilizar el verdadero
potencial del cerebro humano.
“En vista del
hecho que los campos electromagnéticos pueden ayudar a un paciente a
identificar la causa de una enfermedad, es muy posible que las fuerzas
electromagnéticas del cosmos puedan hacer que la raza humana se de cuenta de la
enfermedad que ataca a nuestro planeta. Las condiciones para una expansión de
conciencia están dadas.”
Ojalá que no
necesitemos ser golpeados por una tormenta solar gigantesca para empezar a
revertir la crisis del planeta. Aunque a estas alturas del partido, parece que
solo algo así de radical nos hará cambiar de rumbo.
Los Divulgadores
esperamos que las tormentas solares de los próximos meses y años amplíen
nuestra conciencia y, de una vez por todas, nos propulsen a un periodo de
evolución en un campo diferente al tecnológico. Uno mucho más necesario en
estos tiempos, el espiritual… y no me refiero a la religión.
Fuentes:
- Dieter Broers
(2009). Revolution 2012. Scorpio Verlag GmbH & Co.
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